24.4.17

Fluir y lo que venga en nuestro día a día, darle la solución adecuada

LO QUE NO PODEMOS HACER, NOS IMPIDE HACER LO QUE SI PODEMOS

Los seres humanos somos muy dados a perdernos en un sinfín de pensamientos sobre situaciones que no podemos controlar, lo que nos lleva a perder un tiempo y una energía necesaria para utilizar sobre lo que si podemos controlar, lo que si depende de nosotros...

Muchas personas viven preocupadas y paralizadas por situaciones y circunstancias que directamente no pueden cambiar, impidiendo así el trabajo con todo lo que si puede cambiar.

Cada vez hay más personas que dedican una gran parte de sus vidas a criticar o alabar a personas que ni siquiera conocen, especialmente ahora tan de moda en las redes sociales. Se enfadan y dejan de realizar sus actividades diarias porque le otorgan a un comentario el poder de poner “patas arribas” su día. Así, cuando nos dedicamos a quejarnos sobre resultados que no están bajo nuestro control cedemos lo único que podemos controlar, nuestra mente y nuestros actos.

Intervenir allí donde sí tenemos capacidad de decisión es la mejor manera de contribuir a nuestra evolución correcta. Estamos en una sistema social que constantemente trata de ajustarnos a unas normas que solo benefician a dicho sistema, por eso ser uno mismo es uno de los mayores logros que podemos conseguir.


HAY UNA EVIDENCIA QUE NO PODEMOS NEGAR, 
CADA UNO DEBE VIVIR SU VIDA 

Esta frase expresa la necesidad de vivir sin ir saltando de bloqueo en bloqueo, de impotencia en impotencia, desgastándonos gracias a la culpa y a la responsabilidad que alimentamos incluso frente a esas situaciones que no podemos controlar.

LA PREGUNTA LÓGICA QUE DEBEMOS HACERNOS ES: 
¿CÓMO SE VIVE LA VIDA?

Y obtendremos tantas respuestas como personas que preguntemos, lo cual nos indica algo muy claro, cada ser humano debe encontrar su propia respuesta.

Si vivimos enfocados en lo que no podemos controlar, como el éxito o el fracaso del vecino o el viento que hace hoy y que va a dificultar nuestro trabajo, en el fondo, sin ser conscientes, estamos desviando nuestra energía en vez de invertirla en desarrollar nuestros recursos, ya sea en nuestro favor o en el de las personas a las que queremos.

Cuando criticamos la vida de los demás, en cierta forma, estamos tratando de vivir la vida de otro. Para vivir la nuestra necesitamos creer en nosotros mismos, algo que será mucho más fácil si estamos a gusto con nosotros mismos. Así, cuando nos aceptamos dejamos de querer vivir la vida de otros, empezando a disfrutar plenamente de la nuestra.

SI LUCHAS POR TI PUEDES PERDER, PERO SI NO LUCHAS ESTÁS PERDIDO”

Para dejar de preocuparnos por lo que no podemos hacer, es necesario no perder por completo ciertas referencias externas propias lo que nos mantiene pensando en el futuro y nos ayuda a trabajar para superar los imprevistos. Sin embargo, cuando esas referencias nos producen una preocupación que nos desborda, porque no dependen de nosotros, nuestra vida carga con un peso de estrés insoportable e innecesario.

Es difícil controlar estos pensamientos, incluso sabiendo que nuestra preocupación solo puede empeorar nuestro estado. Sin embargo, eso no quiere decir que no podamos hacer un esfuerzo consciente en enfocar nuestros pensamientos en otras metas, dejando que los acontecimientos sigan su curso.

La preocupación por sí sola no arregla nada, y hay metas que no conseguirás antes o que sencillamente no conseguirás por más que te preocupes.

Todos nos manejamos en función de diferentes variables que no controlamos, pero sí podemos controlar como dejamos que nos afecten.  

Nunca se sabe lo que puede suceder en el futuro, porque las vidas sin dificultades no existen. Pero aun así, no deberíamos inquietarnos por lo que aún no ha sucedido, puesto que de la única forma que el futuro puede dañarnos es darle una carga de preocupación innecesaria, lo correcto será fluir y lo que venga en nuestro día a día, darle la solución adecuada.

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