20.1.17

Desear es el primer paso para avanzar hacia lo que nos hace felices

EL DESEO: La energía del alma

 
Deseo: Movimiento afectivo hacia algo que uno quiere.

Uno se imagina al deseo con alas. Con enormes alas que sean capaces de acercarnos a aquello que constituye la razón de conseguir lo que sentimos que necesitamos para estar bien, con una intencionalidad cargada de ternura dispuesta a llegar al corazón de su destino.

El deseo es tan necesario como la propia vida. Se trata de un ímpetu majestuoso que va calando hondo en las entrañas hasta que invade mente y alma. Un etéreo vapor de estrellas que incita a la búsqueda de aquello que vaga incandescente por nuestro interior. Sin deseo no existe nada, se muere lentamente y ninguna cosa peor que vivir en un estado moribundo.

El mejor indicativo de que aún seguimos llenos de ilusión por nuestra existencia es precisamente desear. No importa qué. Pero desear.


La indiferencia, la falta de ilusión de deseo, es el adormecimiento de la consciencia. Llega incluso un punto en el que nos convertimos en parásitos de los demás a base de no alimentar nuestros propios deseos y adherirnos a los deseos de los demás.

Hay que sentirse capaz de tener necesidades propias y hacernos protagonistas de nuestros anhelos personales como aspirantes al lugar más alto del pódium de los que se arriesgan. 

Necesitamos desear, más y mejor cada día porque sólo cuando uno quiere algo y lo quiere con vehemencia, se produce la energía necesaria que nos llevara ni lo duden a lograrlo.

Es fácil fantasear con las palabras sin darnos cuenta que caemos en la trampa mortal que eso significa. Hablar no es actuar. Desear tampoco es conseguir.

Hay que transitar un puente entre ambas acciones y comprometernos a trabajar y esforzarnos por lo que deseamos, porque a veces, lo que queremos no es lo que más nos conviene pero seguro que si parte de un sincero deseo del alma habremos, al menos, alcanzado la felicidad a la que tanto aspiramos.

No hay más remedio que desear porque es el primer paso para avanzar hacia lo que nos hace felices, nos embriaga de pasión o nos conmueve. Emociones todas ellas, demasiado olvidadas en una sociedad tan tecnológica, como en la que vivimos hoy en día.

Desear no solo es lícito, es además la puerta de entrada a una vida más plena.


http://lacienciadelespiritu.blogspot.com.es/2017/01/el-deseo-la-energia-del-alma.html

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