2.9.16

Aunque sigas distrayéndote con tonterías, el río de la vida sigue corriendo

SUBIR HACIA LO MEJOR

No dejo de subir hacia lo mejor de mí mismo, hacia la cumbre de las excelencias, a las que sólo se tiene acceso por el amor y el trabajo. Después me sacarán todo, inevitablemente, para facilitarme el vuelo a un estadio superior, como el espíritu, gracias al sueño, abandona al cuerpo carcelero para volar por el universo entre el pasado y el futuro.

Este momento es perfecto, me siento como se debe haber sentido Rembrandt al terminar el retrato del viejo eslavo. No sé, ni me importa saber, dónde estoy, por eso arriba y abajo es lo mismo, es más, en esta ignorancia dichosa no hay arriba ni abajo, por eso siento que entro al cielo cuando me meto en el mar.

Para vivir mejor hay que ser mejor, y para ser mejor hay que atenerse sólo a la verdad, siempre imbatible, a la que se puede embellecer con el amor. Escapa de las sectas que dividen, busca lo universal, lo que sólo se puede alcanzar siendo multidireccional. Salir del útero es sólo un ensayo, nacer es ver, entender el mundo y sus cosas, armonizar con ellas, darse cuenta, nacer es gozar y respetar la vida, cuidar sus dones para los que vendrán detrás nuestro, estar conscientes, ser útiles.


Hay gente que muere a los ochenta años sin haber vivido, por eso no todo lo que camina y hace ruido es un hombre. La vida es un río que se desborda a izquierda y derecha, ayudando a cultivar la tierra, dando vida a todas las criaturas y a todos los hombres, sea cual fuere su color o su ideología.

Aunque sigas distrayéndote con la competencia o la tontería que sea, el río de la vida sigue corriendo, derramándose sobre todo para darle vida a todo. Entra a ese río ya mismo, no tenemos mucho tiempo porque el hombre ya puede acabar con el planeta, no importa lo que digan nuestros dirigentes, que siempre nos engañaron, a los que ya ni la hipocresía les sirve para ocultar sus enfermedades y desdichas.

Debemos dejar nuestras mezquinas sectas y caminar con todos en busca de ese río que no divide, que no separa, que enriquece a todos armonizando diferencias, debemos dejar el orgullo e inclinarnos, arrodillarnos ante el trono desde donde brota el río que es la vida (el orgullo es una traba porque no permite que los hombres se encuentren).

De los grandes como Gandhi heredamos gloria y humildad (aquella no es posible sin esta), por los grandes supimos que los imperios son pasajeros pero el hombre es eterno, que el tiempo es sólo una ilusión pues transitamos la eternidad, que la tarea del hombre es hacerse uno con Dios, que el corazón, la intuición o la inteligencia pueden revelarnos a Dios (por diferentes caminos llegaron a El hombres como Einstein y San Francisco).

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